El enemigo

Crece la barba, más por desidia que por estética. El espejo devuelve bostezos y se alarma el silencio cuando no hay grito que arañe su velo. Para otros calaveras el ron. Es el whisky quien calienta este teclado mientras la madrugada se acuna en la calma chicha de una quietud incierta... "...porque tú buscaste curar heridas / con el yodo de un abrazo medido / en el puerto que buscan los dolidos / sin saber todavía que amar duele, /que amar no cicatriza, / que la mar tranquila es un desierto /y la escasez de viento, / el peor enemigo de los veleros."

...bien lo sabe la tripulación: Es una cuestión de emociones. Quienquiera que asuma el dictamen de los sensatos y se resigne a pensar que la vista se excita con la luz, que el sonido y el olor son cuestiones físicas y la caricia de unos labios no supone más que la reacción oportuna de una red disciplinada de neuronas… quienquiera que así lo crea, desconoce la verdad: Todo es cuestión de emociones: Ve el ciego los colores del corpiño que desabrocha; huele el marinero el salitre del fondo de un vaso en la taberna; y, a este pirata, se le eriza la piel con esa mirada ausente que cruza el asfalto para arañarle el pecho y arrugar sus certezas…

"Detenerse es morir, quizá descansar; pero, en absoluto, soñar. Ahora levántate y vete a buscar… ligero y tranquilo, levántate, vete y busca lo que has perdido". Cambia el viento. Arrebola un nuevo día y el horizonte promete batalla. Estamos esperándola.